Obbatalá Obá Moró es un camino de este orisha en el que es muy anciano. Se le conoce aquí como Abispá. Fue el rey de Ibao y su collar se monta con cuentas blancas, coral, marfil y gloria. Entre sus herramientas se encuentran un par de machetes, un Santísimo, dos escaleras e igual número de lanzas y disciplinas, una corona de espinas, una flecha y un crucifijo.
En el exterior de la sopera se pone una tinaja pequeña, un imán con una moñinga y una mano de caracoles. Lleva también como herramienta dos palomas y un cáliz que cuelga de una corona de espinas, la cual se pone sobre una de sus piedras. Lleva también un Jesús de Nazareno, dos muñecos pequeños de losa, un bastón y una horqueta de metal.
Al año de coronado con Obá Moró, el yabó debe consagrar la corona de espinas. Para ello debe lavarla en una jícara con hierbas de Obbatalá: obi, erun, aira obi motiwao y kola. Se lleva a una cueva y se le dan a Obá Moró dos gallos blancos y dos palomas blancas. También se le da al santo coco. Se sacrifican los gallos a la cabeza del yabó y la corona.
Con el ashé de la jícara, las cabezas y el okán de los gallos se hace un Osain forrado con el cuero de la chiva sacrificada en la consagración de Obbatalá. A este Osain se le da forma de corazón y se reviste con cuentas blancas. La carga de este Osain va dentro de una cruz de jócuma o cedro, la cual se pone sobre un cáliz con pedazos de huesos humanos.
Los mensajeros de Obbatalá Obá Moró son cinco: los albinos, leprosos, enanos y lisiados. Los hijos de este camino de Obbatalá se ruegan la cabeza con frutas secas, nunca con frutas de agua. En tierra arará se conoce como Jué Até.